Juan Manuel García Palomo

García Palomo, una vocación tallada desde la infancia

Este imaginero malagueño comenzó en la niñez a modelar tronos de plastilina. Hoy es uno de los máximos exponentes de una nueva generación de artistas de la talla

19-07-2010 ALFONSO VÁZQUEZ La madera de cedro parece curvarse mientras la repasa con la escofina y se convierte en las alas de uno de los dos ángeles de la peana de la Virgen de Traspaso y Soledad, de la cofradía de Viñeros. Juan Manuel García Palomo, 40 años, trabaja en la tranquilidad de su taller de la calle Jaboneros. Allí monta guardia su talla de Santiago, del Prendimiento, que repara por el roce de las ramas de olivo.

"Desde que era niño me dio por dibujar y copiar postales de Semana Santa y con 11 años empecé a hacer copias con plastilina de las imágenes de Málaga, que se las regalaba a familiares", cuenta.

La vocación le condujo con 13 años al taller de Pepe Escalona, en Fuente Olletas. "No hice imágenes de Semana Santa sino temas ornamentales, algo que me sirvió bastante para el manejo de la gubia", explica. El siguiente paso fue la Escuela de Artes y Oficios, aunque sólo fue año y medio: "Me aburrí y cogí las cosas por mi cuenta".

Su primeros pasos en la imaginería comienzan en 1991, cuando le encargan las manos de la Virgen de la Esperanza de Alozaina y, un año después, la Virgen de los Dolores del Puerto de la Torre. "Cojo el trabajo con miedo porque nunca había hecho una talla grande, pero tanta fue la ilusión que pude con ella", explica.

Uno de sus rasgos es su capacidad autocrítica, por eso, al repasar algunas de sus obras, no duda en resaltar a María Salomé del Calvario, "porque los santos varones no llegaron a la altura que quería".

También destaca el San Juan del Huerto, la Virgen del Carmen de Olías, la Virgen de Villanueva del Trabuco, la Virgen Mediadora, la Virgen de Nueva Esperanza y el Cristo del Perdón de la misma cofradía, así como una obra de la que está muy orgulloso: el Cristo de Llagas y Columna, de Miraflores de los Ángeles. "Creo que es el máximo exponente de lo que he podido hacer hasta el momento", subraya.

No se puede olvidar la obra que hoy procesiona por las calles: el grupo de cinco tallas que acompañan al Señor del Prendimiento y a Judas. El encargo surge en 2000 mientras es profesor de la escuela taller del Prendimiento. "Fue muy complicado dar clases y hacer esto. Al final, al acabar el curso a los tres años, pude acabar las imágenes".

Juan Manuel García Palomo confiesa que todos los años acude a ver al Prendimiento. "Para mí es un orgullo tremendo, me gustó mucho el resultado final".

Además de los ángeles de Viñeros, este año estrena la restauración de la Virgen de Nueva Esperanza. "Todos los años voy estrenando algo, he tenido suerte", dice. Ahora mismo, entre sus muchos encargos culmina una Virgen de los Ángeles para la capilla del trono del Mayor Dolor de Fusionadas y le han encargado una copia de la Macarena para Buenos Aires. ?

Publicado en La Opinión de Málaga

Trabajos para la Hermandad

Talla de Jesús Nazareno del Perdón (1998) restauración de la imagen (2006)

Manos para María Santísima de Nueva Esperanza (2004)

Restauración María Santísima de Nueva Esperanza (2009)