La cofradía celebró el pasado sábado 11 de julio la bienvenida a la época estival, con una velada en la terraza de la casa hermandad denominada "La Noche de Blanco". Una fiesta de inspiración ibicenca a la que asistieron doscientas personas y que concluyó entrada la madrugada.
A escasos minutos de abrir las puertas, todavía podían escucharse las carreras del amplio equipo de la vocalía de juventud, que siempre se ve reforzado por otras áreas (albacería, tesorería, archivo, etc..) en estas ocasiones, ultimando detalles. Retoques a la decoración, instrucciones al equipo de cocina, nervios porque ese walkie no funciona y cinco minutos para recuperar aliento tras una tarde bajo el sol de duro trabajo. Lo habitual en un primer evento en el que hay muchas ganas de agradar.
A las 21:30 se abrían las puertas de la casa hermandad para que los asistentes accediesen a una terraza que presentaba un aspecto especial. La decoración recordaba a la muchas veces vista en las archiconocidas fiestas de las Islas Pitiusas, en el que destacaba una tela extendida desde el campanario y que desembocaba sobre la terraza, invitando a dirigir la mirada hasta el punto más alto de la torre. Tiras de bombillas blancas y enredaderas sobre basta tela de saco (que hacía también las funciones de original photocall) componían el resto de ornamentación minimalista, pero elegante.
Entre los asistentes, hermanos de la cofradía y amigos de otras hermandades, colectivos del barrio y la parroquia, todos de blanco impoluto como sugería la organización, salvo por el toque de color que daba un clavel rojo regalado a todas las mujeres asistentes, compartían mesas en una abarrotada terraza, que poco a poco comenzó a movilizarse a la llamada del olor a barbacoa.
Concluida la cena, José María Jiménez que se estrenaba en un acto como hermano mayor de la cofradía, tras jurar cargo el pasado 6 de julio, agradeció a los asistentes su presencia y al equipo de organización, el enorme trabajo que habían desarrollado para que la "Noche de Blanco" fuese una realidad, invitando a hermanos, amigos y vecinos a acercarse a una casa que es la casa de todos.